El arte barroco ha tenido un impacto significativo en el turismo, especialmente en regiones y ciudades que albergan monumentos, iglesias, palacios y museos construidos o adornados en este estilo artístico. Algunos de los impactos más destacados son:

Atracción turística: Lugares como Roma, con la Basílica de San Pedro y la Fontana di Trevi, o Versalles en Francia, se han convertido en destinos turísticos de renombre debido a su arquitectura y arte barroco. El arte barroco, con su grandeza y ornamentación, atrae a turistas interesados en la historia del arte y la arquitectura.

Fomento del turismo cultural: El arte barroco ha contribuido a promover el turismo cultural, atrayendo a visitantes interesados en explorar museos que albergan obras de artistas barrocos famosos como Caravaggio, Bernini, Velázquez o Rembrandt.

Dinamización económica: Las áreas con un rico patrimonio barroco suelen experimentar un impulso económico gracias al turismo. La visita a monumentos, la compra de souvenirs y la industria hotelera son solo algunas de las áreas que se benefician.

Eventos culturales y festivales: Las ciudades con influencia barroca a menudo organizan eventos, festivales o exhibiciones relacionadas con este estilo artístico. Estos eventos atraen a turistas interesados en la cultura y el arte, generando flujo de visitantes.

Desarrollo de infraestructura turística: La demanda turística en lugares con patrimonio barroco a menudo conduce a mejoras en la infraestructura turística, como la restauración de edificios históricos, la creación de rutas turísticas especializadas y el desarrollo de servicios turísticos.

En resumen, el arte barroco ha dejado una marca profunda en el turismo alrededor del mundo, convirtiendo ciudades y regiones con una rica herencia barroca en destinos turísticos muy populares y contribuyendo al crecimiento económico a través del turismo cultural.